sábado, 17 de agosto de 2013

LA PRIMERA MISA EN LA PATAGONIA



   

En un  reciente escrito del profesor Daniel Balmaceda sobre el naufragio en el Cabo de Hornos -en 1767- del barco donde viajaba el santanderino Manuel Moreno y Argumosa, después padre del numen de la Primera Junta y de sus hermanos, hay una referencia a la misa inicialmente rezada en Tierra del Fuego. Ese dato permite remontarse a otro oficio sagrado en tierras no demasiado lejanas a aquella isla, aunque muy anterior al  evocado: la misa celebrada la primera mañana de abril de 1520 por el fraile  Pedro Sánchez Reina en la santacruceña bahía de San Julián, en presencia de Hernando de Magallanes y de su tripulación, circunstancia  que anotó  Pigafetta, cronista de la expedición que halló la unión del Atlántico y el Pacífico Sur, en su diario “Relazione del primo viaggio intorno al mondo”. Por lo demás en el libro “Evocaciones Argentinas” (1948) de la escritora y periodista argentina –frecuente colaboradora entonces de los suplementos dominicales de La Prensa y La Nación- Flora C. García Black de Gómez Langenheim (1884-1976) que firmaba con el pseudónimo Carmen Arolf, anástrofe de su nombre, hay un capítulo titulado: “La primera misa en la Patagonia” que recrea en forma  documentada y amena lo registrado por Pigafetta. Recuerdo que el desaparecido sacerdote salesiano e historiador fueguino Juan E. Belza que entre otras obras dio a conocer en tres tomos “En la Isla del Fuego”, leyó con interés y simpatía esas páginas de la señora de Gómez Langenheim cuando se las enseñe varias décadas atrás.

  Se publicó en La Prensa, el 6 de agosto de 2013