domingo, 28 de junio de 2020

TIEMPO DEL ABURRIMIENTO



TIEMPO DEL ABURRIMIENTO

Que el diablo te encuentre siempre ocupado
San Jerónimo

Cargamos la cruz del tiempo
y en su vía dolorosa,
nuestra imagen marcaremos 
como a una nueva Verónica.
Nada más y nada menos
dándonos la exacta forma; 
ni olvidos ni noches pueden 
agregar sombra a la sombra.

Pero también hay un tiempo
a desandar en las cosas
en vez de reconocernos
al ir por sendas tortuosas.
Tiempo del aburrimiento
si distracciones no rondan
el vacío que hay adentro,
en continua trayectoria.

Tiempo del aburrimiento,
con su  carga que desploma
inquietudes y misterios
dibujando paradojas:
cerrar los ojos sin vernos
tanteando espesuras hondas,
si interrogarnos  no es reto
y Dios, pensamos que sobra.
El caso es que allí, desiertos
y desconfianzas se anotan  
y aburrirse es un compuesto
de las desazones todas.  

(Carlos María Romero Sosa, se publicó en La Prensa, el 31 de mayo de 2020.-)


PROPÓSITOS



 PROPÓSITOS

Con mi lápiz dispuesto en línea recta
yo escriba o tache sin doblar el ánimo;
y que a esta hoja de  papel en blanco,
no la oscurezca el bosque de una pena.

Puesto de pie  ocupo poco sitio, 
sobra la sombra y me ata con su nudo;
mas de cielo en arenga y mar tranquilo
vea en azul cada rodar del mundo. 

Con mi lápiz dispuesto, letra a letra,
teja como un abrigo los recuerdos  
que se amontonan y remolinean
cuando la soledad desata vientos.

La rama me insta a su virtud flexible.
Pasa la brisa que exhaló  cada árbol
y debo yo de auroras revestirme;
es ya el alba sonante de los pájaros.

(Carlos María Romero Sosa, se publicó en La Prensa, el 3 de mayo de 2020.-)

  





jueves, 11 de junio de 2020

CUARENTENA

CUARENTENA

Busqué la soledad con egoísmo
y en soledad, Señor, me desconozco.
Del mundo vi el semblante torvo y hosco
pero huirle no lleva hacia uno mismo.

Me obsesionó en la playa el cromatismo
del azul, tan opuesto al tilde tosco
de mi sombra volcada como abismo
para el derrumbe en que me reconozco.

Debí tender la mano, oír mensajes,
aun los ajenos a mi pensamiento
y al recibir del prójimo señales,

deletrear sus banderas en el viento.
Lo pienso en el destierro ideando viajes
no sé hacia qué jardines o qué eriales.


(Carlos María Romero Sosa, se publicó en La Prensa el domingo 29 de marzo de 2009.-)