jueves, 11 de marzo de 2010

HORA DE SEXTA

Desde la hora Cuarta hasta aproximadamente la hora de
Sexta, dedíquense a la lectura.
Regla de San Benito



Alarga el mediodía su sonrisa
armonizada por crujir de panes;
e invitan a rezar, con ademanes,
las ramas que dan crédito a la brisa.



Coleccionista yo de los refranes
con la filosofía de la prisa,
hoy prendo en el ojal de mis afanes
la beatitud del árbol, indivisa;


con ilación de sombras bienhechoras,
peso de nidos, penitente otoño,
y estallidos de luz en primavera.




Responderle con mi alma le debiera;
en la fe renacer, darme en retoño,
y echar raíces aunque caigan horas.


CARLOS MARÍA ROMERO SOSA,
del libro “Fanales opacados” de próxima aparición.

domingo, 7 de marzo de 2010

RAOUL WALLEMBERG (*)


Ahora el
Danubio se despereza en
Budapest.

Sin embargo,
en otro tiempo,
alguien declinó la
vigilia en
caso afirmativo
y en estado de
alerta
vio disolverse
estelas
de barcos y
patrullas.

De frente y de perfil en la
filantropía
cortó camino a
Dios por la
espesura de un mar de
condenados.
Y con salvoconductos a
mano y
corazón
ofició de
Hombre Nuevo,
dilatado el
efecto de sus
plenos poderes en
rieles paralelos del
nervio y la
conciencia.


Su alma en
cuerpo presente
pesó como una influencia
y nunca fue
invisible;

ni pasó con
tránsito inocente entre los
genocidas;



ni se extravió en la
niebla del
vapor pegajoso de las
locomotoras al
campo de
exterminio.

Su alma en
cuerpo presente
más allá de las épocas
y sus utilerías de ética
descendente
pone en hora
el espíritu del
mundo y la
piedad
ensaya sus
alarmas por más
iniquidades.

(En Rusia, sobre un antiguo Gulag cae la nieve)

(*) Poema de Carlos María Romero Sosa publicado en OTROSÍ dIGO (ALLONI/PROA Editores, Buenos Aires, 2010