Días pasados se
celebró en la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, un nuevo aniversario de la existencia
en el país de los bomberos voluntarios, filantrópica institución merecedora de la
simpatía y la consideración ciudadanas.
Al respecto, vale la pena anotar que el 2 de junio de 1884, quedó constituida
en el Teatro Iris de la Boca
y a iniciativa del vecino caracterizado de ese barrio porteño, Tomás Liberti, la Asociación Italiana
de Bomberos Voluntarios de la
Boca ; así como que dicho cuerpo tuvo su bautismo de fuego en un
incendio ocurrido el 14 de noviembre de 1885. Por lo demás, ya al promediar el
siglo XX, el 9 de enero de 1953, Francisco Carbonari organizó los bomberos
voluntarios de Vuelta de Rocha con sede original en la calle Coronel Salvadores
Nro. 756, habiendo adoptado la sociedad el nombre de Asociación de Fomento y
Cuerpo de Bomberos Voluntarios y de Primeros Auxilios “Vuelta de Rocha”.
Fue el comisario
inspector ® Don Francisco Luís Romay (1888-1972), el redactor de una “Breve
historia de los bomberos voluntarios de la Boca ”, opúsculo que editó en 1962, integrando la
serie Cuadernos de la Boca
del Riachuelo, el Ateneo Popular de la
Boca que presidía para ese tiempo Antonio J. Bucich, su
fundador.
Romay, oriundo de
la bonaerense localidad de Chascomús y vecino de Balvanera hasta su muerte, era
un minucioso investigador del pasado argentino que dirigió con los académicos
Leoncio Gianello y Ricardo Piccirilli los seis tomos del Diccionario Histórico
Argentino. Y un escritor de pluma refinada que incursionó incluso en la ficción
con su libro de relatos de aire costumbrista “El hombre sandwitch”, aparte de
ejercer el periodismo desde la primera juventud. Miembro fundador en 1962 de la Academia Porteña del
Lunfardo ocupó allí el sillón “Carlos Mauricio Pacheco”. Además de
especializarse en cuestiones de criminología y en temas de minoridad, enfocó en
numerosos trabajos el pasado policial. Escribió entre otros libros “Las
milicias del fuego” (Buenos Aires, 1955), sobre la trayectoria del cuerpo de
bomberos de la policía, obra que contiene un capítulo final dedicado a
los voluntarios de la Boca y Vuelta de Rocha.
En su homenaje lleva su nombre el Centro de
Estudios Históricos de la Policía Federal
Argentina, con sede en Lavalle 2629, que dirige en la actualidad el comisario
Eugenio Zappietro. Dada pues la vocación y dedicación demostradas por Francisco
Luis Romay -que como funcionario ocupó entre 1940 y 1941 la Secretaría General
de la Policía
de la Provincia
de Buenos Aires- para rastrear el historial también de los bomberos
voluntarios, es acto de justicia recordarlo en el mes del cumpleaños ciento
treinta de esa institución hoy multiplicada en el país y que tan desinteresados
servicios viene prestando a la comunidad a través de sucesivas generaciones de
integrantes, mártires algunos de ellos como los caídos en el incendio de
Barracas en febrero de 2014.
Carlos María Romero Sosa. Se
publicó en La Prensa
el 10 de junio de 2014 y se reprodujo en
Diario del Viajero el 16 de junio de 2014.-
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