Porque, a pesar de toda mi pequeñez humana, yo soy
la
muchedumbre de tus desamparados.
José María Castiñeira de Dios
Poeta austral
de empecinado norte
plenamente
alcanzado y compartido;
igual que un
pan en trozos: corte a corte
por el ideal,
el sueño y el latido
acelerado
frente al mundo herido
con puntual
taquicardia, sin que importe
más que
escandir el justo contenido
en el verso,
que es lírico reporte
del cruel
destino suramericano
dirigido al
Señor por cada hermano
con quien
rimar y consonar el nombre...
Y empujar
adelante el horizonte
en gloria de
Utopía y fe y apronte
de otro poema
a la Mujer y el Hombre.
CARLOS MARÍA ROMERO
SOSA publicado en "La Prensa" 14 de junio de 2015
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