jueves, 28 de diciembre de 2017

VILLANCICO DEL AÑO NAVIDEÑO


VILLANCICO DEL AÑO NAVIDEÑO


Las huellas de los pastores al Pesebre de Belén,
marcaron la tierra, el cielo, el presente y el ayer.

Y  las almas,  si están prontas a peregrinar también,
por paisajes florecidos con la Esperanza y la Fe.

Ya es otoño, en las campiñas, tras los árboles sin hojas,
se puede extender la vista hasta que ciegue la aurora.

¿O es  invierno? Da su abrigo  la intimidad hogareña,
pero el Niño Dios nos llora: en las calles hay pobreza.     

Brotes de la primavera, de la rosa y de la espina…
Dos caras de la moneda con el valor de la vida.

Después, el año se alarga perseverando en veranos
con el gesto navideño de jazmines perfumados.

¡25 de diciembre!: alta la insignia en el mástil;
al viento las ilusiones de estrenar semilla y  savia.

Y crecer con tallo recto y ufanarse del tallo alto;
del tallo que se hace tronco sobre unas huellas sembrado.

Las huellas de los pastores a Belén, testimoniantes,
de aquella Gran Alegría que proclamaron los ángeles.

¨***

Quiero seguir a la altura de las estrellas sus rastros,
extendidos por las almas en el trance del Milagro.    


(Carlos María Romero Sosa, se publicó en La Prensa, el 24 de diciembre de 2017)   



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